Thamara López | Escritora

La capacidad real y la capacidad aparente para enfrentar los desafíos de la vida

Existe la capacidad real y la capacidad aparente para enfrentar desafíos de la vida.  La capacidad real es nuestra grandeza, nuestra luz, nuestro poder resiliente y creador esperando ser despertado. Esperando que hagamos uso de él para transformar nuestras vidas.  La capacidad aparente para sortear los retos de la vida, está absolutamente contaminada por varias cosas:  Hacer que tu mente sea la ama, es una muy mala decisión, “la mente es muy buena sierva, pero es muy mala ama”. La capacidad aparente vendrá de tu mente, de tus juicios, y de tus miedos, la capacidad real vendrá de tu ser, de tu verdadero yo. No despertarás mañana con toda la claridad que se requeriría para ver el final del camino, ni hasta dónde llegarás. Pero tampoco lo necesitas.  La linterna que llevan en la frente los mineros, apenas les alcanza para iluminar pocos metros enfrente de ellos, sin embargo, siguen confiados caminando hacia adelante.  El autoconocimiento, y la consciencia plena de nuestras capacidades es solo el inicio, de hecho un buen inicio al que muchos jamás accederán ni siquiera lo intentarán. Jamás nadie ha hecho grandes cosas sabiendo desde el inicio como realizar todas las fases del proceso. Las personas que logran grandes hazañas solo cuentan con la visión completa, pero dan un solo paso a la vez.  La historia de la visión más poderosa La frase más famosa de Walt Disney fue “si puedes soñarlo, puedes hacerlo”. No dijo “no des un paso antes de tener claro todo”. Hay una historia de la esposa de Walt Disney que me encanta y dice así: “al momento de la inauguración del parque más emblemático del mundo, “Disney”, los organizadores del evento dijeron delante de la esposa de Disney “es una lástima que el Sr Walt Disney, no haya visto esto”.  La esposa los interrumpió y les dijo “Walt vio todo esto antes que todos nosotros, si él no lo hubiera hecho, esto no sería posible”.  En otras palabras, “el poder de una visión clara”. Es más fácil de lo que pensamos, solo debemos apegarnos a la regla 80/20. 80% visión, 20% acción. Y ese 20% es acción constante y determinada, y un cúmulo inmenso de pequeños grandes pasos.  Te voy a dar un ejemplo, yo al despertar no quiero comer algo saludable, no me provoca, quiero un café o una galleta dulce, o si tengo torta en casa, la felicidad aumenta y la ganas de comerme una tortilla de huevos disminuye .  Desde hace 2 meses, estoy tomando agua tibia con limón en ayunas, es una manera saludable de comenzar el día, de alcalinizar mi cuerpo, y activar mi metabolismo.  Al inicio, tomaba mi agua con limón, sin pensar en más nada, esperaba 20 minutos y luego me tomaba mi café con mi galleta.  Con el pasar de los días, tomé consciencia, y dije “si ya estoy haciendo algo bueno para mi cuerpo, ¿por qué no tomar un desayuno saludable para cuidarme un poco más al comenzar el día? El efecto compuesto de los pequeños hábitos Cuando comencé con el agua con limón, no pensé en dejar de comer dulces en la mañana, pero ahora, quiero hacerlo, ¿por qué? porque al dar un solo paso, el camino se nos va abriendo. Ahora, estoy más despierta en el cuidado de mi cuerpo al despertar, y eso es un efecto compuesto, poco a poco irá creciendo, y solo comenzó con un agua con limón al despertar.  Lo mismo te va a ocurrir, comenzarás a leer 2 páginas al día, luego serán 10 y luego leerás un libro por semana.  Primero saldrás a caminar 5 minutos, luego serán 30 minutos. Y quizás luego te enamores de entrenar en el gym.  Harás 2 llamadas al día para captar más clientes, y luego serán 20 llamadas, y tus ingresos irán creciendo exponencialmente.  El paso a paso va construyendo una nueva realidad, va transformando nuestras vidas de una forma que no alcanzamos a comprender plenamente hoy.  Esa transformación, tiene estricta relación con el despertar de nuestras capacidades reales para hacerle frente a la vida, con amor, valentía, curiosidad, esperanza y optimismo. 

Espiritualidad y ciencia bailan juntas

Espiritualidad y ciencia bailan juntas, aunque algunos se empeñen en concebirlas como opuestas. Siempre escribo contenido ligero, ameno, positivo, cercano, cálido y real, y quiero que sepas, que detrás de todo esto, no solo hay Fe y creencias personales irrenunciables, también hay ciencia.  Luego de mucho leer y creer, puedo afirmar que la espiritualidad y la ciencia no solo bailan juntas, sino que se complementan y se refuerzan entre sí. Personas como el Dr Joe Dispenza, entre otros, nos reconcilian con la idea de que espiritualidad y ciencia bailan juntas y eso tiende un maravilloso puente en lugar de edificar muros que nos separen. A veces solo narro mis milagros, mis experiencias y mis reflexiones, pero cuando hablo de mis creencias (que son justamente las que producen mis milagros y mi realidad), en casi todas hay ciencia detrás de ellas. Esto es por si acaso alguien que me lee piensa que esta mujer solo está sostenida por sus creencias, y su Fe, pues no, también leo y tengo mentores neurocientíficos, otros son expertos en PNL, y me interesan todas las ramas del crecimiento y desarrollo personal. Cómo dijo Mabel Katz, la principal exponente del Ho’oponopono a nivel mundial en una entrevista, “afortunadamente la verdad es una sola, todos estamos hablando de lo mismo”. La verdad es una sola, todos hablamos de lo mismo En este blog, en este espacio literario, entramos todos, los que creer se les hace tan fácil como respirar, y los que necesitan ver para creer.  Porque puede ser que esto de creer se te dé como a mí, muy fácil, o puede que necesites a la física cuántica y a la neurociencia para aterrizar todo esto que para algunos es esoterismo, y puro cuento.  La cosa está en que no creer no cambia nada, si tú no crees en la ley de la gravedad, no por eso deja de funcionar, no por eso podrías volar si saltas de un quinto piso, es lo mismo con las leyes universales, siempre funcionan creas o no en ellas.  Como dijo Bob Proctor «la electricidad puede cocinar la comida del hombre, pero también puede cocinar al hombre« En mi experiencia el cambio de paradigmas no ocurre de la noche a la mañana, casi todas mis creencias, y convicciones han ido cambiando (y mejorando) con los años, luego de muchos podcasts, lectura, reflexiones, y videos de todos mis mentores. Algunos de mis mentores son: Tony Robbins, Joe Dispenza, Marisa Peer, Mario Alonso Puig, Maria Rojas Estapé, Nazareth Castellanos y Margarita Pasos, entre otros. Sí, puedes tener de mentor a quien tú quieras, basta comprar un libro, escuchar un podcast o entrar a YouTube. Hasta que un día toda esa información te pertenece, la hiciste parte de ti y de tu vida, y todo eso está poderosamente arraigado en tu mente y fluye de ti, de manera natural y espontánea.  Es así como la información pasó a ser información aplicada (la que realmente cuenta), y luego pasó a ser una creencia, la que fluye sola y trabaja con nosotros a nuestro favor. La creencia trabaja en piloto automático, está arraigada en nuestra mente subconsciente, no pensamos en eso, simplemente habita en nosotros. A veces sabemos que está y de hecho hemos trabajado para que así sea, en otras ocasiones es un inquilino invasor que nos aleja de nuestras metas y sueños. Hay que estar muy despierto para reconocer la diferencia. La creencia es aquello que no cuestionamos, así como en mi caso es Dios, la mentalidad positiva, la oración y las afirmaciones. Yo realmente creo (de creer, no de suponer) que todo esto me funciona para vivir mejor y más feliz, y por eso estas creencias no cambiarán jamás, porque son útiles para mí. De la mente se dice algo para reflexionar, “la mente es muy mala ama, pero muy buena sierva”, así que recuerda esto todos los días para que tengas control sobre ella, y no al revés. Hazla tu sierva, jamás permitas que sea tu ama. Les comparto esta frase que nos regala tremenda bendición, y un inmenso alivio, “el mundo real es infinitamente más benevolente que el mundo mental”. Más del 95% de las cosas malas que nos imaginamos, jamás ocurren, información revelada en estudios realizados en las mejores universidades del mundo como Harvard, en donde tienen una cátedra dedicada al estudio de la felicidad.  La mente es una máquina de crear significados, al final nosotros creamos nuestras creencias y luego ellas nos hacen a nosotros. El escritor y filósofo francés Michel de Montaigne dijo: “He vivido una vida llena de desgracias, la inmensa mayoría de ellas, jamás ocurrieron”.  Al final, me he dado cuenta, que no necesito comprender para creer, necesito creer para comprender. También puedes leer https://thamaralopez.com/mi-mundo-interior/ Puedes ver al Dr Joe Dispenza aquí:

Mi mundo interior

A veces me siento existiendo en un mundo triste donde mis sonrisas no son bienvenidas, habito en mi mundo interior, en el mundo de lo posible, en un mundo utópico en donde solo el deseo basta para manifestarlo, y traerlo al plano de lo visible. Vivo en el espacio fértil de “creer para ver», en un optimismo incansable, en ese que no necesita ser probado o aprobado por nadie, no necesita argumento para ser. Simplemente sé que vivir del otro lado es una verdadera locura, del lado del pesar, del lamento y la queja, vivir allí es como pretender comer con la boca cerrada o leer con los ojos cerrados.  Todo comienzo requiere dar un salto de Fe, de la apertura de la mente, de la expansión del ser, de creer en algo que quizás sólo nosotros estamos en capacidad de ver.  Lo que hoy sin duda sé, es que la forma que adopte mi realidad es absolutamente mi responsabilidad, no mi culpa, esa de nada sirve, la culpa victimiza, en tanto que la responsabilidad empodera.  Yo soy así Cuando he escuchado “yo soy así”, generalmente se gestó en el espacio de la irresponsabilidad afectiva, y se pronunció luego de haberle hecho daño a alguien. En este caso, mi “yo soy así”, es una suerte de rebeldía anacrónica e inocua, es permanecer felizmente terca en mis creencias que no ameritan ser ciertas, ni aceptadas, solo requieren ser útiles a mis propósitos y sueños.  Sí, yo soy así, optimista, terca, me río de mis chistes malos, bailo sola en casa, soy una enamorada sin retorno de la escritura, y aprendí a hacerme una con la utopía cuando esta me hace feliz. Muchos sufren por anticipado, yo decidí celebrar por anticipado, ya mucho pesar deambula por las calles, prefiero creer que todo anhelo de mi corazón, ya está hecho. ¿Cual es la diferencia?, ninguno de los dos ha ocurrido, la diferencia es que mi espera es serena y placentera. Me casé sin derecho a divorcio con mis creencias, muchas de ellas poco razonables, lo reconozco, y absurdas para la mayoría, pero me pregunto ¿necesitaría permiso para vivir en la queja o en el lamento?, entonces, ¿por qué he de esperar validación para vivir feliz y esperanzada? A veces, solo a veces me siento en un mundo al que no pertenezco, y en el que sin duda, no voy a encajar como quien se pone un zapato apretado esperando adaptarse a él.  ¿No es acaso más fácil y menos doloroso comprar los zapatos de mi talla?, sí, sin duda lo es, pero no luce tan fácil en el mundo y con el mundo, así qué, en lugar de intentar de cambiar el mundo exterior, gobierno mi mundo interior. Porque como dijo el escritor y filósofo Publio Siro “Si quieres gobernar un imperio, gobiérnate a ti mismo”.  También puedes leer: Tus creencias no tienen que ser ciertas, tienen que ser útiles La vida pensada No pienses bien las cosas: Contraintuición Yo soy así

Café espiritual

El café es la segunda bebida más consumida en el mundo después del agua, los hay muy diversos, y más distintas aún son las maneras de prepararlo y disfrutarlo.  Son muy pocas las personas que conozco a quienes no les gusta el café, pero incluso para ellas, escuchar “vamos por un café”, es sinónimo de una invitación a conversar, o a compartir un buen momento.  Hoy mientras me tomaba un buen café, y en mis tiempos de introspección, que por fortuna cada vez ocupan más espacio en mi vida, pensaba en el café y en sus propiedades, mientras disfrutaba de su aroma y su sabor. Inmediatamente pensé, “qué maravilla sería poder tomarnos un café que nos despertara también espiritualmente”. Una especie de café espiritual, y pensé en este artículo y dije ¿cuál es el mío?, ¿qué me hace despertar?, y en lo primero que pensé fue en los años que he pasado dormida, dormida en lo más oscuro de la vida, apagada, deprimida. La depresión apaga los sentidos, la esperanza, el deseo, la risa, y lo peor, apaga las ganas de vivir. Nada despierta en mí mayor empatía que una persona deprimida, siento un deseo de correr a su lado, de abrazarla, de ayudarla, porque sé el horror que es estar deprimido, y por largo tiempo.  El que me conoce, pero no en profundidad, pensará que exagero, o incluso que miento, porque mi personalidad no hace match con una mujer deprimida, todo lo contrario, soy intensamente alegre, jocosa, me río a carcajadas a diario con distintas personas, soy positiva ante toda situación, y mi permanente optimismo incluso causa extrañeza en la gente que me rodea.  Varias veces me han preguntado, “Thamara, ¿cómo haces para ver siempre lo mejor en todo?”, y realmente lo que se me hace imposible es ver lo peor en algo. Tengo una mente entrenada para ser una mujer positiva y optimista siempre, no nací así, lo cultivé intencionalmente. Claro, hay momentos en los que me quiebro, en los que dudo, y hasta me pongo brava con la vida, pero realmente duran muy poco, porque también estoy entrenada para reconocer las emociones en donde no me quiero estacionar. Ahora viendo en retrospectiva los meses, incluso una vez fueron años, en los que he estado deprimida, de cierta manera suscribo unas palabras que leí en un libro de Tony Robbins, donde parafraseando decía algo así como que la depresión se planea. Primero me hizo ruido esa frase, pero luego capté su sentir y la esencia de su mensaje. Tony Robbins comenzó diciendo “cuando eliges estar todo el día en la cama, sin bañarte, comiendo mal, respirando mal, con mala postura, alimentando malos pensamientos, etc, estás planeando la depresión”. Y esto me pareció muy alentador, saber que hay cosas que sí están en nuestro control ante tan devastadora enfermedad. Y sí, de cierta forma hay cosas que sí podemos evitar, como quien detecta un cáncer en un estadío temprano, ya luego, cuando la depresión nos arropa, podría ser tarde para intentar evitarla con éxito.  Este café espiritual podría ser el blindaje emocional y mental que necesitamos para estar conectados con la gratitud, con la esperanza, y con la alegría.  El cerebro no puede estar triste y alegre al mismo tiempo, de hecho, tampoco puede distinguir una risa falsa de una verdadera, así que la próxima vez que te sientas mal, sonríe, esboza una sonrisa en tu cara, de esa forma vas a despistar al cerebro, y pensará que te sientes bien. Suena loco, pero inténtalo, nada tienes que perder. El orden de la emocionalidad es: el pensamiento genera un sentimiento, el sentimiento genera un emoción, la emoción genera una acción, y la acción genera resultados. Si damos un salto tenemos que, pensamientos es igual a resultados. Pero en ese orden, hay atajos, recursos, y uno de ellos lo leí en un libro del Dr Mario Alonso Puig, y dice “El cuerpo es capaz de resolver lo que la cabeza, por más que lo intente, no puede”.  Así que en ocasiones en donde la mente esté jode que jode, levántate, muévete, baila una canción, camina, báñate, finge una sonrisa, piensa en un momento feliz de tu vida, tómate un café, escribe, o todas las anteriores.  Recuerda el café espiritual cada mañana, para mantenernos despiertos desde el alma y desde el ser, porque como decía Facundo Cabral “no estamos deprimidos, estamos distraídos” 🍀

Tus creencias no tienen que ser ciertas, tienen que ser útiles

Las creencias no necesitan ser ciertas, las creencias deben ser útiles para quien las sostiene. Útiles al propósito de vida, los sueños y las metas.

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