Thamara López | Escritora

Dios es lo primero, pero no lo único

Recibe los milagros de Dios

¿Has escuchado la frase “a Dios rogando y con el mazo dando”?, esta metáfora lo que nos quiere decir es: Dios es lo primero, pero no lo único, con casi toda petición, debe existir una acción de nuestra parte. Hace casi un mes publiqué un video en la red social TikTok compartiendo como recibí mi milagro de sanación de un cáncer hace 7 años. En este mismo blog, hace una semana compartí mi proceso de sanación, el artículo se llama “Un milagro en 90 días”. El alcance que ha tenido el video ha sido realmente abrumador, yo prácticamente no usaba TikTok, pensaba jocosamente “si mi mamá tuviera TikTok creo que tampoco me vería aquí”.  Pero una noche hablaba con mi mejor amigo sobre mi deseo genuino de ayudar a las personas con cáncer, considerando mi milagro de sanación. Cuando se le dije no tenía ni idea como hacerlo, solo le expresé mi anhelo. Cuando un anhelo de mi corazón, viene de Dios, Él se encarga de respaldarme con prontitud y de darme muy claras señales de que esto efectivamente viene de Dios.  Esa noche, al terminar de hablar con mi amigo, recibo un mensaje de otro amigo (pensaba yo), en realidad la nota de voz me la enviaba su mamá. Ella y yo nos conocemos, pero le conté a su hijo que tuve cáncer y que me sané milagrosamente y le dije las cosas que hice para sanarme (además de mi FE en Dios). María tiene cáncer, y con voz cansada y evidentemente decaída, me pide ayuda. Literalmente me pidió que sea su guía en este proceso porque ella no sabe qué hacer, ni siquiera que comer, ya que siente que la información que le dan los médicos, no le ayuda. Luego de un rato de intercambiar con María varias notas de voz, por primera vez pienso en publicar mi testimonio de sanación en TikTok.  Un milagro, un testimonio, un video viral Ya era tarde, así que subí mi testimonio de sanación milagrosa, apagué el teléfono, y me acosté a dormir. Al día siguiente me despierto, prendo mi teléfono, y me sorprendió mucho ver que tenía casi 7.000 visualizaciones, al día de hoy van más de 145.000 visualizaciones, más de 9300 likes y más de 1300 comentarios de personas que se conectaron con mi testimonio de una manera muy especial. Esto ha sido otra confirmación que esto viene de Dios, tantas personas sintiendo esperanza por mi mensaje, gente pidiéndome oración y ayuda, personas que me preguntan ¿cómo le hablo de Dios?, que me dicen “no sé orar”. Me parece muy conmovedor que mi testimonio esté permitiendo esto entre tantas personas que no conozco, pero que quieren conocer más a Dios, y creer que pueden sanar plenamente. Todo esto, pasando en una red que yo prácticamente no usaba, y que hoy, ya son más de 2.000 comentarios los que he recibido en todos mis videos relacionados con mi milagro.  Estoy realmente feliz de que tantas personas se estén conectando con la Fe y con los milagros de Dios a través de mi testimonio, que por cierto, ocurren cada día, y a todo el mundo. No es un privilegio de elegidos, basta con creer en Dios y creerle a Dios. Y si acaso te preguntas cual es la diferencia entre creer en Dios, y creerle a Dios, creer en Él es saber que existe, creerle a Él es creer en sus promesas, en su palabra, en que su voluntad es buena, agradable y perfecta como dice la biblia. Me encanta la frase “quien no cree en milagros no es realista”, porque desmitifica el hecho de que creer en los milagros es evadir la realidad, o peor aún, que es de gente ingenua. Con motivo de ese video he recibido muchísimos, miles de comentarios hermosos del tipo “eres un ángel, eres una elegida de Dios para ayudar a los demás”, “dime cómo orar, ¿cómo le pido a Dios que me sane”, “ora por mí”, “Dios te sanó para que ayudes a otros”, “ayúdame a sanar, ¿cómo lo hago?” De verdad es interminable la lista de bendiciones que he recibido a raíz de ese video. Al final te dejo el enlace del video en TikTok. Este inesperado alcance de mi video, me ha mantenido ocupada, no solo respondiendo esas bellezas de comentarios, sino pensando la manera de como puedo ayudar a las personas genuinamente, porque realmente quiero hacerlo.  He respondido casi todos los comentarios, y muchos de ellos, los que más se repiten, los he respondido con videos, para que lo vean todas las personas que se están conectando conmigo por medio de este milagro. Siento que no soy yo, que es Dios quien está haciendo que esto ocurra, y así lo siento por varias razones: Y hay otros etcéteras, que con toda claridad me revelan que esto viene de Dios.  Un sueño revelador Anoche, mientras dormía, en mi mente corría la narrativa de un mensaje, el título de éste artículo, Dios es lo primero, lo es todo, pero no lo único. Se me hizo un planteamiento muy controversial, y mientras yo dormía, ese pensamiento, o sueño tomaba sentido. Era una especie de conversación con Dios, o de Dios, no lo tuve claro al despertar, que me dejó como reflexión lo siguiente y mediante un ejemplo. La narrativa mental de mi sueño decía así: si tú tienes a Dios en tu corazón, oras a diario, crees en Él y le crees a Él, pero, te quedas todos los días en la cama, te alimentas mal, no te ejercitas, piensas todo el día en cosas negativas, te quejas de todo, ves solo malas noticias, te rodeas de personas negativas, me atrevo a asegurar que el proceso de sanación podría no ocurrir, o demorar muchísimo más. Y así podría darte infinidad de ejemplos, en donde explícitamente se entienda que toda petición divina, generalmente debe ir acompañada de una acción de parte nuestra.  Volvemos a la frase inicial “a Dios rogando y con el mazo dando”.… Seguir leyendo Dios es lo primero, pero no lo único

Un milagro en 90 días

Fue una revelación, no tengo forma de explicar mi certeza, pero supe que solo necesitaba 90 días para recibir mi milagro, para sanarme.  Fue un 4 de Noviembre en donde un eco me cambió la sonrisa por una angustia tremenda, por un signo de interrogación en mi alma y en mi ser, ¿y ahora qué hago? Siempre he gozado de extraordinaria salud física, unas defensas tan robustas que al día de hoy llevo casi 20 años sin tomarme un antibiótico (me los han recetado, pero los he reemplazado por fe, cúrcuma y jengibre). Ese eco fue el inicio de la angustia. Y esa cadena finalizó con algo peor, el 18 de diciembre de 2016 tenía yo en mi manos una biopsia que decía “Neoplasia folicular”, léase: cáncer.  Recibí el sobre, y sabía que algo estaba mal, así que salí corriendo a mi carro, y esperé estar sola y sentada para abrirlo. Efectivamente, la cosa estaba muy mal. Llamé a mi primer amor, al más seguro, al más generoso, al más incondicional, a mi hija, ella solo me dijo con voz quebrada “nos vemos en el médico mami”, y llegó antes que yo a la consulta del endocrino.  El Dr fue bastante sereno, no nos alarmó, simplemente me dijo que sí, que era cáncer, pero que el cáncer de tiroides no era agresivo (es decir, no mata de una vez, sino despacito pues). Me dijo que por la fecha (diciembre), esperaríamos a enero para no cagarme la navidad, ya de hecho estaba arruinada en ese instante para mí.  Luego de llorar por 2 días, me reúno con mis hijos a hablar de la operación, una de las perlas que me había lanzado el Dr es que luego de la operación tenía que estar 2 meses sin hablar, ya eso para mí era la muerte en sí misma, suena jocoso, o dramático (y lo soy a veces) pero la verdad anímicamente es muy fuerte para mí no hablar durante meses, y el estado de ánimo juega un papel fundamental en cualquier recuperación. En esa reunión en casa, aquella noche de diciembre, en mi cocina verde manzana, hablamos mis dos hijos y yo, y de repente, en medio de la preocupación y de intentar ordenar ese caos, yo escuché una voz “no te operes, espera”. Inmediatamente le digo a mis hijos “no me voy a operar, denme tres meses, yo me repito los exámenes y verán que ya no tendré nada, estaré sana” Mi hija llorando me dice “mami, yo te voy a cuidar, por favor vamos a hacerle caso al Dr”, y yo le insistí, “hija, son solo tres meses, confía en mí”. Comencé con un detox total, no diría más la palabra cáncer, ahora eso se llama “signo zodiacal pavoso”, nada tumor, eso es una simple “pepa”, se bajó de rango y categoría, corté relaciones con TODAS las personas que me robaban la paz (en aquel momento hasta mi santa y noble madre entró en la lista por razones particulares del momento, por cierto ni a ella le dije del signo zodiacal pavoso). Aquí haré un inciso, las familias no son lastres vitalicios, malestares permanentes que hay que cargar sin remedio, mi mamá es un excelente ser humano, pero en aquel momento no sumaba a mi sanación, y le notifiqué que dejaría de verla por 3 meses, les juro que no pasa, ustedes también pueden hacerlo.  Más que el antes, o el después, lo más relevante de esta historia es el “durante”, así que ese detox, además de lo que ya les dije, incluyó:  Oración milagrosa “Dios, esta tiroides no me gusta, no me pertenece, yo quiero la tiroides con la que tú me pariste, yo declaro que esto está hecho, en el nombre poderoso de Jesús, Amén y Amén”. Como ven, las oraciones son sencillas, cercanas, como le hablarías a tus padres terrenales, con la ventaja que aquí le estás hablando a tu padre celestial perfecto, a Dios.  Pasaron 3 meses, y mi hija me lo recordó y me dijo que fuéramos al médico, yo llegué al consultorio con un júbilo inexplicable, parecía estar rebotando, yo sabía que darían buenas noticias, y efectivamente así fue.  Yo saludo al Dr y le digo “Dr, vengo para que me diga que la pepa se fue”, él me mira el cuello y me dice “la verdad el tumor era tan grande que se veía a simple vista, y yo no veo nada, vamos a examinarte”. Terminando de revisarme, el Dr me hace una de las preguntas más hermosas que me han hecho en mi vida, me pregunta “Hija, ¿tú te portas tan bien así como para merecerte un milagro?”, yo sin dudarlo le respondí “la verdad es que sí Dr”, y él me dice “pues aquí no hay nada, el tumor se fue”. Yo lo sabía, pero quería la confirmación del Dr, salté de felicidad, abracé a mi hija, y finalmente decidí hacerme 2 ecos más para confirmar todo, con imagen e informe médico. Les resumo para concluir esta milagrosa, amorosa y mágica historia: ¿recuerdan mi oración?, pedí una tiroides nueva, la tiroides con la había nacido. La Dra que me hizo el último eco me preguntó que porqué me estaba repitiendo el eco, y yo le dije que porque yo había experimentado un milagro, que mi Dr no me sentía nada al tacto y yo quería confirmar con un eco. Ella me dice “tu Dr tiene razón, el tumor desapareció, tienes la tiroides de una bebé”, ¿recuerdan la oración?, cada vez que recuerdo esta historia me estremezco.  Comencé a llorar de felicidad, y no terminaba de creer que Dios me había respondido exactamente en los términos de mi oración, que la Dra había sido Él hablando a través de ella. Hasta el día de hoy estoy y seguiré perfecta, no me hice ningún tratamiento ni en aquel momento, ni luego, fue un milagro, el cual, comparto con todos ustedes. Dios nos bendice y nos guarda siempre. 

Mi mundo interior

A veces me siento existiendo en un mundo triste donde mis sonrisas no son bienvenidas, habito en mi mundo interior, en el mundo de lo posible, en un mundo utópico en donde solo el deseo basta para manifestarlo, y traerlo al plano de lo visible. Vivo en el espacio fértil de “creer para ver», en un optimismo incansable, en ese que no necesita ser probado o aprobado por nadie, no necesita argumento para ser. Simplemente sé que vivir del otro lado es una verdadera locura, del lado del pesar, del lamento y la queja, vivir allí es como pretender comer con la boca cerrada o leer con los ojos cerrados.  Todo comienzo requiere dar un salto de Fe, de la apertura de la mente, de la expansión del ser, de creer en algo que quizás sólo nosotros estamos en capacidad de ver.  Lo que hoy sin duda sé, es que la forma que adopte mi realidad es absolutamente mi responsabilidad, no mi culpa, esa de nada sirve, la culpa victimiza, en tanto que la responsabilidad empodera.  Yo soy así Cuando he escuchado “yo soy así”, generalmente se gestó en el espacio de la irresponsabilidad afectiva, y se pronunció luego de haberle hecho daño a alguien. En este caso, mi “yo soy así”, es una suerte de rebeldía anacrónica e inocua, es permanecer felizmente terca en mis creencias que no ameritan ser ciertas, ni aceptadas, solo requieren ser útiles a mis propósitos y sueños.  Sí, yo soy así, optimista, terca, me río de mis chistes malos, bailo sola en casa, soy una enamorada sin retorno de la escritura, y aprendí a hacerme una con la utopía cuando esta me hace feliz. Muchos sufren por anticipado, yo decidí celebrar por anticipado, ya mucho pesar deambula por las calles, prefiero creer que todo anhelo de mi corazón, ya está hecho. ¿Cual es la diferencia?, ninguno de los dos ha ocurrido, la diferencia es que mi espera es serena y placentera. Me casé sin derecho a divorcio con mis creencias, muchas de ellas poco razonables, lo reconozco, y absurdas para la mayoría, pero me pregunto ¿necesitaría permiso para vivir en la queja o en el lamento?, entonces, ¿por qué he de esperar validación para vivir feliz y esperanzada? A veces, solo a veces me siento en un mundo al que no pertenezco, y en el que sin duda, no voy a encajar como quien se pone un zapato apretado esperando adaptarse a él.  ¿No es acaso más fácil y menos doloroso comprar los zapatos de mi talla?, sí, sin duda lo es, pero no luce tan fácil en el mundo y con el mundo, así qué, en lugar de intentar de cambiar el mundo exterior, gobierno mi mundo interior. Porque como dijo el escritor y filósofo Publio Siro “Si quieres gobernar un imperio, gobiérnate a ti mismo”.  También puedes leer: Tus creencias no tienen que ser ciertas, tienen que ser útiles La vida pensada No pienses bien las cosas: Contraintuición Yo soy así

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