Ya que “todo el mundo” parece estar muy feliz con la celebración del día de San Valentín, yo le hablaré a los que hace mucho tiempo no lo celebran. Las vidas perfectas de Instagram no existen, y, aunque sí hay parejas que mantienen el romance por años (la minoría en realidad), puede ser que algunos celebren en silencio, desnudos y haciendo el amor. En cuyo caso, por obvias razones, no hay fotos en redes sociales de su celebración. Lo que quiero decir es que hay fotos románticas de desamores, y hay amores no documentados. También hay personas que simplemente no creen en esta fecha, como me dijo la persona con la que estoy saliendo “ese día es para que los floristas vendan más flores”. El no cree en la fecha y nunca la ha celebrado. Hay muchas personas dando amor, siendo especiales cada día y que no creen en estas vainas, y hay otros siendo patanes en la cotidianidad y que el día de San Valentín se convierten en príncipes. Me quedo con los primeros. Nadie sabe lo que hay detrás de vidas perfectas en redes sociales Estas letras son para dejar de lamentarse y dejar de revisar las redes sociales para ver a que amiga tuya le dieron el ramo de rosas más grande, y mientras más grande es el ramo, peor te sientes tú. Este escrito también es para mí, que este año iba a celebrar el día de San Valentín pero como el británico tuvo que trabajar y además no cree en esas vainas, me relajé. El suele ser especial cada día y eso vale más, aunque eso no “me sirva” para crear contenido romántico. De hecho no publico nada, él es de esas personas sin redes sociales, le gusta la privacidad y a mí no me cae mal dejar algo solo para mí. En ocasiones pasa algo especial que quisiera publicar, pero la verdad soy un libro abierto con toda mi vida, dejar un pedacito en privado me parece justo y necesario. Y también me place respetar el punto de vista del otro. Es una época de mucho mostrar y aparentar, queremos mostrar todo lo que comemos (en restaurantes, porque nadie le toma fotos a una plato de pasta con caraotas o a un arroz con huevo). Esa vida fabulosa que deprime a algunos, incluso a los que publican esa vida en apariencia perfecta. Para muestra Jennifer López con Ben Affleck, pasaron de verse perfectos en alfombras rojas, a divorciarse la siguiente semana. ¿Quién quiere un “amor” así? Nadie. Bueno, solo los algoritmos de Instagram. Lo que realmente sostiene las vidas de Instagram Conozco a una niña muy linda que vive en Miami, y es vloguera (sí, con “V” porque hace videos), muestra viajes, comidas hermosas, y un estilo de vida muy cool. En la vida real ella trabaja de mesera en un restaurante (actividad que jamás muestra en sus redes) y que es el trabajo que le paga la renta y la vida. Hay que decir la frase cliché para no herir susceptibilidades: todo trabajo dignifica, y es verdad. Quien ve su Instagram dirá “wao, esta niña la está rompiendo” pero no saben que trabaja 60 horas a la semana para pagar el estilo de vida que muestra en sus redes. No es que esté mal tener contenido solo de una parte de tu vida, el asunto es que eso hace que mucha gente se compare y se sienta muy mal. Darle a ese contenido unas pinceladas de realidad, lo haría más humano y más cool. El día de San Valentín: las diferencias culturales y las maneras de amar La idea de estas letras surgió de una mujer de mi entorno que me dijo “escribe algo real de este día, no todos estamos celebrando aunque tengamos pareja”, y eso es una gran verdad. Ella está casada, y su esposo (incluso ella), no cree en estas fechas. Creo que es un mal de la mayoría de los europeos, en su mayoría no son nada cursis o románticos. Y a ninguno de los que conozco, les gustan las redes sociales. Pero todos los europeos que conozco, son buenos esposos, tranquilos, fieles, no buscan en sus parejas a unas domésticas que les cocinen o hagan las cosas del hogar. Lo raro es que algunas mujeres prefieren las fotos de Instagram al lado de patanes. Si eres como yo y muchas latinas, quienes decidimos hacer turismo amoroso, lo más probable es que toque adaptarte y comprender las diferencias, de lo contrario vivirás molesta o decepcionada. Bien sea porque tu pareja no cree en la fecha, como el inglés, o porque estén solteros, hoy en día es más la presión por mostrar que somos especiales para alguien, que de verdad construir una relación real y sana. Parece locura pero es cierto. Incluso hay personas que compran rosas y chocolates para sí mismas, lo cual estaría muy bien si no fuera solo para tomar las fotos y publicarlas. La presión de el día de San Valentín Que pendejada sentir esa presión, cuando no tenemos ni idea del día a día de esa pareja. Quizás no se tocan, no se besan, no conversan, no hacen el amor, pero tienen fotos bien lindas para mostrar. Hay personas que están dentro de una relación, en donde el sueño o en el deseo no es un ramo de flores, es que los escuchen. En donde el anhelo es un abrazo, una conversación sana y sin gritos, y eso da más paz y felicidad que una cita por el día de San Valentín. Mi mejor San Valentín El día de San Valentín que más recuerdo, fue uno en el que yo tenía una pareja de muchos años, pero peleábamos mucho. Y mi hijo me llama y me dice “madre, ¿qué te regaló José Ángel? Yo le respondí que nada, que estábamos bravos. Y el me responde “madre, ¿me puedes venir a buscar al sambil (centro comercial en Barquisimeto Venezuela) a las 8pm? Yo le respondí que… Seguir leyendo El día de San Valentín