Thamara López | Escritora

La tarea de ser feliz

La felicidad es la prioridad en la vida

Ser feliz es una prioridad tardía en la vida, en la infancia parece más importante el trinomio cuadrado perfecto, sacar la nota sobre la nota en el colegio, y unos diplomas que luego no sirven sino para darnos remordimiento cuando los botamos. ¿Alguien habrá utilizado alguna vez en su vida el trinomio cuadrado perfecto que nos enseñaron en el colegio? Si volviera a ser niña, y un adulto me preguntara «Thamara, ¿qué serás cuando seas grande?», no trataría de darle una respuesta interesante ni original, con una carrera muy genial y única, simplemente le diría «SER FELIZ«. O mejor aún, respondería como el niño más genial que conozco, se llama Adrián Ignacio, quien con tres años, ante esa pregunta respondió «será que voy a estudiar, porque yo ya soy Adrián», aplaudo de pie a este niño que tiene una claridad que muchos adultos aún no tienen. La sociedad pareciera estar diseñada para ignorar la verdadera prioridad de la vida, SER FELIZ, ¿qué nos preguntan siempre nuestros padres, amigos y familiares? ¿Cuándo te casas?, ¿qué vas a estudiar?, ¿cuándo tendrás hijos?, y si ya tienes el varón ¿para cuando la hembrita?, ¡carajo dejen vivir! Yo, desde que mis hijos son adultos, la primera pregunta que les hago es ¿eres feliz?, ¿estás feliz en donde estás?, ¿estás haciendo lo que quieres hacer?, ¿quieres que ore por algo? A veces lo que tuvimos en nuestra infancia es nuestro punto de partida, a veces es nuestra referencia para no repetir ese modelo, lo que no se vale es decir «es que a mí me criaron así», e ir a repetir algo que bien sabes que no funciona. En una ocasión mi hija de tan solo 5 meses lloraba mucho, y su papá la cargaba y perdió la paciencia y le dio una nalgada. Yo no había sentido tanta ira e indignación en mi vida hasta ese instante. Me le fui encima y le grité reclamándole que qué carajo le pasaba, que nuestra hija tenía 5 meses. La conversación pasó del acaloramiento a la sensibilidad, y la vulnerabilidad, lugares desde los cuales es realmente imposible no conectar con el otro ser humano. Ya yo calmada, y el que era mi esposo más tranquilo, llega al punto de decirme «es que yo nunca vi a mis padres darse un beso, mi papá nunca nos abrazó». Claro, estoy resumiendo horas de conversación, solo estoy dando el punto de partida, y casi el final. En ese momento que él me dice esto yo le dije «mi amor, nosotros estamos haciendo una nueva familia, y aquí, lo bueno que traemos de nuestra crianza se queda, pero lo malo se va, y tú a nuestra hija sí la vas a besar, la vas a abrazar y le dirás que la amas». Esa noche, no solo ayudé a que mi hija tuviera un mejor papá, sino a que mi hijo también lo tuviera, y sus otros 5 hijos también. Hoy el padre de mis hijos, con sus 7 hijos, es un padre amoroso, y seguramente algo tuvo que ver esa conversación que tuvimos esa noche cuando mi hija tenía 5 meses y él tenía 23 años. Yo tenía apenas 19 años en aquel entonces, esto no fue algo que leí, ni que escuché en un podcast (no existían hace 33 años), fue algo intuitivo, algo que me dijo que no era imperativo repetir los modelos y nuestras crianzas con nuestros hijos. Pero sé que a algunos padres no se les hace tan fácil entender eso, e incluso si lo entienden, les cuesta implementarlo. Un lienzo en blanco Nuestros hijos son un hermoso regalo de Dios, un lienzo en blanco sobre el cual pintar una obra de arte llena de risas, y libre de dramas, no nos deben nada, no pidieron venir al mundo, no vienen a cumplir tus sueños, traen los suyos propios. Tengo una nieta de 10 meses, se llama Kira, es luz, amor, ternura, risas y gratitud en mi vida, siempre quise tener una nieta, una hija de mi hija, y Dios como siempre cumple los anhelos profundos y reales de mi corazón (siempre y cuando vengan de él o sean para mi bien). Si con mis hijos tuve cierta claridad en el camino, con mi nieta espero que valgan mis 33 años de experiencia como madre, además de este amor inédito, robusto y estremecedor que siento por mi Kira. No hay espacio de vida más retador que la maternidad, pero al mismo tiempo no hay espacio que nos haga más fácil transmutar ausencias en presencias, descuidos en amor, que el amor que sentimos por nuestros hijos. Mis hijos, y ahora mi nieta, tienen y siempre tendrán de mí, mi lado más puro, más noble, más amoroso y rutilante. Ellos son las tres personas en el mundo, a las que mi imperfección casi casi no los toca. Tengo un nuevo lienzo en blanco en vida, una muy especial, una nueva oportunidad de aportarle felicidad a un ser humano dentro de su entorno significativo de apegos seguros. Alguien a quien decirle a diario «eres hermosa, noble, saludable, perfecta, suficiente, inteligente, capaz, poderosa, única, amada, respetada, valorada, y una niña MUY FELIZ». No le preguntaré a Kira ¿cuánto sacaste en Matemáticas?, o ¿qué serás cuando crezcas?, le preguntaré ¿eres feliz?, ¿quieres dibujar?, ¿qué te gustaría leer?, ¿qué te asusta?, ¿me quieres dar un abrazo? Le diré ¿quieres ir a tocar el timbre de los vecinos y salir corriendo?, mi yerno ya conoce mis planes, y está preparado para recibir las quejas de sus vecinos británicos, de las tremenduras de su hija con su suegra. Si como madre me propuse criar hijos felices, como abuela pienso hacerlo doblemente mejor. La próxima vez que tu hijo llegue con una mala nota en matemática del colegio, sorpréndelo con una sonrisa, quizás vaya a ser veterinario y las vacas no saben matemáticas. Además, lo distintivo en el mercado laboral actual son las competencias blandas: inteligencia emocional, comunicación asertiva, inteligencia relacional, toma de decisiones, capacidad… Seguir leyendo La tarea de ser feliz

Más nos vale sanar

Somos un barco adulto siendo capitaneado por un niño de 7 años, por nuestro niño interno de 7 años, un niño que trae una pesada mochila de creencias familiares y limitantes. Así que más nos vale sanar. Sanar no debería ser una opción, sino mandatorio, opcional puede ser el camino, el proceso, y cuando emprenderlo, aunque yo diría que cuanto antes mejor.  Los neurocientíficos dicen que el 95% de nuestras decisiones son inconscientes, así que nos queda un modesto 5% para tomar decisiones conscientes, pareciera una buena idea hacer un buen uso de ese pequeño porcentaje.  Me encantaría decirte que esto también lo escribo desde la experiencia, pero en realidad lo escribo desde el deseo, y desde mi compromiso eterno de crecer y mejorar, este proceso siempre tiene un inicio, pero nunca tiene un final. Y es que sanar es un verbo que solo se vive en gerundio, sí, vivimos “sanando”, y ya vivir en el proceso es algo que muchos ni siquiera intentan. Así que si ya lo emprendiste, te abrazo y te felicito. En los últimos días me han sido reveladas varias creencias limitantes en cuanto al amor. Fue un momento mágico y poderoso, estaba lavando los platos y grité ¿qué qué? La verdad no estoy muy segura de querer contar esto con detalles, pero mi compromiso con la honestidad y con mis letras genuinas es algo que me fascina mantener contigo.  Sanando desde la creencia Aquí voy, resulta que vengo de un hogar en donde mi mamá era la que trabajaba, y le daba dinero a mi papá, quien era ciego y no trabajaba. Ella le tenía su “mesada” y a mí eso me parecía un desmadre, por decir lo menos.  Siempre odié esa imagen de mi mamá dándole dinero a mi papá, y a pesar de que yo conscientemente valoro y deseo la provisión de un hombre, mi inconsciente me dice “los hombres son una carga, y hay que darles dinero”. En mi mente consciente está el deseo de una pareja proveedora, no por un tema de interés, porque llevo años demostrándome que puedo sola, es por un tema de esencia femenina, de mis necesidades primarias que son las necesidades primarias de todas las mujeres: amor, protección y provisión. Recuerden lo que les dije, que el 95% de nuestras decisiones son inconscientes, y esa mente que se manda sola, me ha tenido con parejas que no han sido en lo absoluto proveedores, en el mejor de los casos atentos, pero mis gastos seguían siendo sufragados por mí al 100%. Haré una pausa por amor y gratitud, al día de hoy tengo un hombre que me cuida, me provee de todo y vela por mí, a ese hombre lo parí hace casi 29 años, mi Eduardo Luis. Siempre digo que mi hijo es el único hombre que me lo da todo. La independencia es muy sabrosa, me hace sentir cómoda conmigo, segura y en control de mi calidad de vida, pero desde mi experiencia personal, y lo que he visto en mujeres de mi familia, y amistades, ser provistas es algo que todas las mujeres anhelamos. Estas son cosas que duelen o incomodan decirlas, y hasta pensarlas o escribirlas, pero creo que esto es parte del camino para sanar, amar y abrazar a mi niña interior. Entonces volvamos a la revelación, mi voz en mi mente me dijo “para ti los hombres son alguien a quien hay que darles dinero”, y yo dije ¿qué qué?, no no no, ¡rompo esta creencia ya!  Es decir, para mí toda la vida, los hombres han representado una carga, razón por la cual, mejor es no tenerlos. Así que yo conscientemente quiero volverme a casar, pero mis creencias me han dicho toda la vida “mejor no Thamara, solita te ves más bonita”. ¡Ahora todo tiene sentido! Esto no lo sabe casi nadie, pero me casé por segunda vez y a los 30 días le dije que me había arrepentido, ¿sí ven que ahora todo tiene sentido? Mi mente subconsciente ha estado peleando toda mi vida con mi mente consciente, ha estado saboteando toda mi vida mis planes amorosos, al extremo que me divorcié 30 días después de casarme por segunda vez. Qué maravilla habría sido escuchar esa voz hace 25 o 30 años, y emprender el camino a la sanación. Seguramente estaría felizmente casada hoy. La soltería para mí ha sido completamente disfrutable, tanto que muchas veces me cuestiono si no estaré más feliz viviendo sola que construyendo una relación con todo lo que eso implica. Pero sé, que parte de la evolución como seres humanos, de la plenitud y de la expansión de nuestro ser, descansa en el hecho de tener una saludable relación de pareja, y yo quiero vivir eso porque no lo he vivido. En mi primer matrimonio hubo mucho amor y lo bendigo porque de allí nacieron mis dos hijos, pero no puedo tomar eso como una referencia de la relación amorosa sana y funcional que deseo y merezco tener. Nunca la frase «solo el amor no basta», tuvo más sentido para mí que en mi primer matrimonio. ¿Quieres ver cómo se marchita un hombre?, dile que no sirve para nada, ignóralo a la hora de tomar decisiones, fáltale el respeto, y hazle sentir que no lo necesites para nada. ¿Quieres ver como se marchita una mujer?, déjala sola en todo, no tengas detalles con ella, jamás le digas palabras bonitas. Abrazar nuestra esencia, saber lo que realmente necesitamos para estar plenos y felices, es tremendo punto de partida. Negarnos, en mi caso decir «yo puedo sola con todo, no necesito que nadie me ayude», por ejemplo, es negarme a mí, y mentirle al otro. Es absolutamente relevante el tema de las creencias limitantes, porque de manera consciente podemos creer que sabemos lo que queremos, pero si mi voz interior me sigue diciendo “sal corriendo Thamara, o haz algo para que salgan corriendo, los hombres son una carga”, no habrá príncipe soñado que permanezca en mi… Seguir leyendo Más nos vale sanar

Espiritualidad y ciencia bailan juntas

Espiritualidad y ciencia bailan juntas, aunque algunos se empeñen en concebirlas como opuestas. Siempre escribo contenido ligero, ameno, positivo, cercano, cálido y real, y quiero que sepas, que detrás de todo esto, no solo hay Fe y creencias personales irrenunciables, también hay ciencia.  Luego de mucho leer y creer, puedo afirmar que la espiritualidad y la ciencia no solo bailan juntas, sino que se complementan y se refuerzan entre sí. Personas como el Dr Joe Dispenza, entre otros, nos reconcilian con la idea de que espiritualidad y ciencia bailan juntas y eso tiende un maravilloso puente en lugar de edificar muros que nos separen. A veces solo narro mis milagros, mis experiencias y mis reflexiones, pero cuando hablo de mis creencias (que son justamente las que producen mis milagros y mi realidad), en casi todas hay ciencia detrás de ellas. Esto es por si acaso alguien que me lee piensa que esta mujer solo está sostenida por sus creencias, y su Fe, pues no, también leo y tengo mentores neurocientíficos, otros son expertos en PNL, y me interesan todas las ramas del crecimiento y desarrollo personal. Cómo dijo Mabel Katz, la principal exponente del Ho’oponopono a nivel mundial en una entrevista, “afortunadamente la verdad es una sola, todos estamos hablando de lo mismo”. La verdad es una sola, todos hablamos de lo mismo En este blog, en este espacio literario, entramos todos, los que creer se les hace tan fácil como respirar, y los que necesitan ver para creer.  Porque puede ser que esto de creer se te dé como a mí, muy fácil, o puede que necesites a la física cuántica y a la neurociencia para aterrizar todo esto que para algunos es esoterismo, y puro cuento.  La cosa está en que no creer no cambia nada, si tú no crees en la ley de la gravedad, no por eso deja de funcionar, no por eso podrías volar si saltas de un quinto piso, es lo mismo con las leyes universales, siempre funcionan creas o no en ellas.  Como dijo Bob Proctor «la electricidad puede cocinar la comida del hombre, pero también puede cocinar al hombre« En mi experiencia el cambio de paradigmas no ocurre de la noche a la mañana, casi todas mis creencias, y convicciones han ido cambiando (y mejorando) con los años, luego de muchos podcasts, lectura, reflexiones, y videos de todos mis mentores. Algunos de mis mentores son: Tony Robbins, Joe Dispenza, Marisa Peer, Mario Alonso Puig, Maria Rojas Estapé, Nazareth Castellanos y Margarita Pasos, entre otros. Sí, puedes tener de mentor a quien tú quieras, basta comprar un libro, escuchar un podcast o entrar a YouTube. Hasta que un día toda esa información te pertenece, la hiciste parte de ti y de tu vida, y todo eso está poderosamente arraigado en tu mente y fluye de ti, de manera natural y espontánea.  Es así como la información pasó a ser información aplicada (la que realmente cuenta), y luego pasó a ser una creencia, la que fluye sola y trabaja con nosotros a nuestro favor. La creencia trabaja en piloto automático, está arraigada en nuestra mente subconsciente, no pensamos en eso, simplemente habita en nosotros. A veces sabemos que está y de hecho hemos trabajado para que así sea, en otras ocasiones es un inquilino invasor que nos aleja de nuestras metas y sueños. Hay que estar muy despierto para reconocer la diferencia. La creencia es aquello que no cuestionamos, así como en mi caso es Dios, la mentalidad positiva, la oración y las afirmaciones. Yo realmente creo (de creer, no de suponer) que todo esto me funciona para vivir mejor y más feliz, y por eso estas creencias no cambiarán jamás, porque son útiles para mí. De la mente se dice algo para reflexionar, “la mente es muy mala ama, pero muy buena sierva”, así que recuerda esto todos los días para que tengas control sobre ella, y no al revés. Hazla tu sierva, jamás permitas que sea tu ama. Les comparto esta frase que nos regala tremenda bendición, y un inmenso alivio, “el mundo real es infinitamente más benevolente que el mundo mental”. Más del 95% de las cosas malas que nos imaginamos, jamás ocurren, información revelada en estudios realizados en las mejores universidades del mundo como Harvard, en donde tienen una cátedra dedicada al estudio de la felicidad.  La mente es una máquina de crear significados, al final nosotros creamos nuestras creencias y luego ellas nos hacen a nosotros. El escritor y filósofo francés Michel de Montaigne dijo: “He vivido una vida llena de desgracias, la inmensa mayoría de ellas, jamás ocurrieron”.  Al final, me he dado cuenta, que no necesito comprender para creer, necesito creer para comprender. También puedes leer https://thamaralopez.com/mi-mundo-interior/ Puedes ver al Dr Joe Dispenza aquí:

Recuerda tu futuro

Tomorrow now yesterday

Recordar es algo que siempre hemos vinculado al pasado, pero, ¿y si te digo que podemos recordar nuestro futuro?, no son vainas mías, son cosas de la ciencia. ¿Recuerda tu futuro?, a ver.   La ciencia dice que podemos recordar nuestro futuro, que es diferente a visualizarlo. La visualización podría no contemplar la emoción de haber logrado el deseo o el anhelo, en tanto que al recordar algo se revive la emoción de ese momento, sea buena o sea mala. Recordar es algo que siempre hemos vinculado con el pasado, así que muy seguramente, al igual que a mí, te hizo ruido el título de este artículo “recuerda tu futuro”. Así que, si nos familiarizamos con esto, con el hecho de recordar nuestro futuro, le podemos imprimir la emocionalidad del momento que estamos “recordando”, por tanto estamos facilitando el proceso de creación de esa realidad que deseamos. Cuando recordamos algo de nuestro pasado, nuestro cuerpo segrega las mismas hormonas que cuando eso ocurrió, pueden ser de las malas como el cortisol, o de las buenas como la endorfina o la serotonina. Ahora proyecta eso, ¿quieres una casa junto al mar?, recuerda tu futuro, siente la brisa del mar, huele su exquisito aroma, imagínate tomándote tu café a diario contemplando la inmensidad del mar, siente la emoción de haber logrado tu sueño, recuerda tu futuro. La emoción es el pegamento Ahora recuerda esta otra frase, la emoción es el pegamento, cuando aprendemos algo y estamos aburridos mientras lo hacemos, muy pronto lo olvidaremos, en tanto que si aprendemos cuando estamos de buen ánimo y con buena energía, eso quedará en nuestra memoria de largo plazo.  Lo mismo pasa con la visualización, la emoción es el pegamento, la emoción de que eso ya pasó o está pasando hace toda la diferencia, no es igual visualizar que alguien que te debe un dinero te va a pagar, y mientras tanto te estás sintiendo triste y preocupado, a que si cuando imaginas que te están pagando, ya estás feliz y agradecido por eso.  Cuando anteponemos la emoción a la experiencia, no solo estamos atrayendo esa experiencia, estamos facilitando su manifestación, estamos dando por hecho que eso va a pasar, y en un universo cuántico, podemos decir que eso ya está pasando.  Esto no es brujería, ni esoterismo, es ciencia, tenemos en nuestro cerebro una parte que se llama “sistema reticular activador ascendente” que se fija exactamente en las cosas que queremos encontrar. De la misma manera como cuando las mujeres estamos embarazadas y de pronto vemos un montón de mujeres embarazadas en la calle, no es que somos tendencia ni influencers que pusimos a todas las mujeres a anhelar estar embarazadas, es nuestro sistema reticular activo mostrando algo que ahora es importante para nosotras. Así como cuando queremos comprar un carro, de una marca y color, y de repente vemos montones de ese carro en las calles, todo eso es nuestro cerebro mostrándonos lo que nos interesa. Tengo grandes mentores en el camino que he decidido emprender de Fe y crecimiento, y sin duda entender que entre la ciencia y la espiritualidad se puede tender un puente, me ha facilitado mucho las cosas, y ha hecho que mis creencias se afiancen y trabajen para mí. Seas tú de los que necesitan ver para creer, o seas de los míos que le apuestan al “creer para ver”, aquí ciencia y espiritualidad bailan sabroso y pegado.  Las creencias no tienen que ser ciertas, tienen que ser útiles Recuerda que tus creencias no tienen que ser ciertas para los demás, deben ser ciertas y útiles para ti y tu propósito de vida. Así nos toque ser como el salmón, nadar en contra de la corriente, abraza todo aquello que te hace único y feliz, a veces el camino del crecimiento personal es solitario, pero al final, habrá valido la alegría ¿sí te das cuenta como me hablo cierto? Un abrazo muy apretado para ti. También puedes leer: https://thamaralopez.com/mi-mundo-interior/

Dios es lo primero, pero no lo único

Recibe los milagros de Dios

¿Has escuchado la frase “a Dios rogando y con el mazo dando”?, esta metáfora lo que nos quiere decir es: Dios es lo primero, pero no lo único, con casi toda petición, debe existir una acción de nuestra parte. Hace casi un mes publiqué un video en la red social TikTok compartiendo como recibí mi milagro de sanación de un cáncer hace 7 años. En este mismo blog, hace una semana compartí mi proceso de sanación, el artículo se llama “Un milagro en 90 días”. El alcance que ha tenido el video ha sido realmente abrumador, yo prácticamente no usaba TikTok, pensaba jocosamente “si mi mamá tuviera TikTok creo que tampoco me vería aquí”.  Pero una noche hablaba con mi mejor amigo sobre mi deseo genuino de ayudar a las personas con cáncer, considerando mi milagro de sanación. Cuando se le dije no tenía ni idea como hacerlo, solo le expresé mi anhelo. Cuando un anhelo de mi corazón, viene de Dios, Él se encarga de respaldarme con prontitud y de darme muy claras señales de que esto efectivamente viene de Dios.  Esa noche, al terminar de hablar con mi amigo, recibo un mensaje de otro amigo (pensaba yo), en realidad la nota de voz me la enviaba su mamá. Ella y yo nos conocemos, pero le conté a su hijo que tuve cáncer y que me sané milagrosamente y le dije las cosas que hice para sanarme (además de mi FE en Dios). María tiene cáncer, y con voz cansada y evidentemente decaída, me pide ayuda. Literalmente me pidió que sea su guía en este proceso porque ella no sabe qué hacer, ni siquiera que comer, ya que siente que la información que le dan los médicos, no le ayuda. Luego de un rato de intercambiar con María varias notas de voz, por primera vez pienso en publicar mi testimonio de sanación en TikTok.  Un milagro, un testimonio, un video viral Ya era tarde, así que subí mi testimonio de sanación milagrosa, apagué el teléfono, y me acosté a dormir. Al día siguiente me despierto, prendo mi teléfono, y me sorprendió mucho ver que tenía casi 7.000 visualizaciones, al día de hoy van más de 145.000 visualizaciones, más de 9300 likes y más de 1300 comentarios de personas que se conectaron con mi testimonio de una manera muy especial. Esto ha sido otra confirmación que esto viene de Dios, tantas personas sintiendo esperanza por mi mensaje, gente pidiéndome oración y ayuda, personas que me preguntan ¿cómo le hablo de Dios?, que me dicen “no sé orar”. Me parece muy conmovedor que mi testimonio esté permitiendo esto entre tantas personas que no conozco, pero que quieren conocer más a Dios, y creer que pueden sanar plenamente. Todo esto, pasando en una red que yo prácticamente no usaba, y que hoy, ya son más de 2.000 comentarios los que he recibido en todos mis videos relacionados con mi milagro.  Estoy realmente feliz de que tantas personas se estén conectando con la Fe y con los milagros de Dios a través de mi testimonio, que por cierto, ocurren cada día, y a todo el mundo. No es un privilegio de elegidos, basta con creer en Dios y creerle a Dios. Y si acaso te preguntas cual es la diferencia entre creer en Dios, y creerle a Dios, creer en Él es saber que existe, creerle a Él es creer en sus promesas, en su palabra, en que su voluntad es buena, agradable y perfecta como dice la biblia. Me encanta la frase “quien no cree en milagros no es realista”, porque desmitifica el hecho de que creer en los milagros es evadir la realidad, o peor aún, que es de gente ingenua. Con motivo de ese video he recibido muchísimos, miles de comentarios hermosos del tipo “eres un ángel, eres una elegida de Dios para ayudar a los demás”, “dime cómo orar, ¿cómo le pido a Dios que me sane”, “ora por mí”, “Dios te sanó para que ayudes a otros”, “ayúdame a sanar, ¿cómo lo hago?” De verdad es interminable la lista de bendiciones que he recibido a raíz de ese video. Al final te dejo el enlace del video en TikTok. Este inesperado alcance de mi video, me ha mantenido ocupada, no solo respondiendo esas bellezas de comentarios, sino pensando la manera de como puedo ayudar a las personas genuinamente, porque realmente quiero hacerlo.  He respondido casi todos los comentarios, y muchos de ellos, los que más se repiten, los he respondido con videos, para que lo vean todas las personas que se están conectando conmigo por medio de este milagro. Siento que no soy yo, que es Dios quien está haciendo que esto ocurra, y así lo siento por varias razones: Y hay otros etcéteras, que con toda claridad me revelan que esto viene de Dios.  Un sueño revelador Anoche, mientras dormía, en mi mente corría la narrativa de un mensaje, el título de éste artículo, Dios es lo primero, lo es todo, pero no lo único. Se me hizo un planteamiento muy controversial, y mientras yo dormía, ese pensamiento, o sueño tomaba sentido. Era una especie de conversación con Dios, o de Dios, no lo tuve claro al despertar, que me dejó como reflexión lo siguiente y mediante un ejemplo. La narrativa mental de mi sueño decía así: si tú tienes a Dios en tu corazón, oras a diario, crees en Él y le crees a Él, pero, te quedas todos los días en la cama, te alimentas mal, no te ejercitas, piensas todo el día en cosas negativas, te quejas de todo, ves solo malas noticias, te rodeas de personas negativas, me atrevo a asegurar que el proceso de sanación podría no ocurrir, o demorar muchísimo más. Y así podría darte infinidad de ejemplos, en donde explícitamente se entienda que toda petición divina, generalmente debe ir acompañada de una acción de parte nuestra.  Volvemos a la frase inicial “a Dios rogando y con el mazo dando”.… Seguir leyendo Dios es lo primero, pero no lo único

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