Visualización creativa: una poderosa herramienta para manifestar lo que deseas

A veces lo que más anhelamos parece tan lejano, tan imposible, tan de otro mundo, hasta que alguien nos recuerda lo que ya sabemos, nuestro poder para crear y manifestar. Nos recuerda que no es magia, ni suerte. Es energía, intención y conexión profunda con lo que somos capaces de crear.

Y eso justamente, es la visualización creativa: un puente entre tu mundo interno y la realidad que deseas construir. No es solo imaginar, es sentir, habitar, vivir desde ya eso que deseas. Es vivir la emoción antes de la experiencia, como lo expresa Joe Dispenza.

En este artículo quiero contarte cómo esta práctica puede acercarnos a la vida de nuestros sueños, a la sanación plena, y cómo tú también puedes integrarla, de forma amorosa y sencilla en tu día a día.

Recuerda siempre, si lo crees (de creer) lo creas (de crear).

Visualizar no es soñar despierta, es entrenar tu mente para que se alinee con tu alma

Desde que comencé a profundizar en la manifestación consciente, descubrí que visualizar no era simplemente “ver imágenes mentales” como si fuera un juego mental. Es mucho más. Es entrar en una frecuencia energética que te sintoniza con lo que deseas. Como leí en el libro “Tu éxito es inevitable” de Maité Issa :

“No se trata de que el Universo te dé lo que pides, sino de que tú te conviertas en quien ya vive esa realidad”. Es otra forma de decir “vivir la emoción antes de la experiencia”. Fue exactamente lo que yo hice al celebrar mi sanación antes de que ocurriera.

Y esa conversión comienza en la mente, sí, pero también en el corazón, en el cuerpo, en el alma. Visualizar es entrenar tu mente subconsciente para que entienda que eso que sueñas ya está aquí. Porque cuando tu mente lo acepta, tu energía se alinea, y entonces la vida responde.

El cielo también trabaja a tu favor (si tú se lo permites)

En el libro “Pon el cielo a trabajar”, Jean Slatter nos invita a algo que me parece profundamente liberador: pedir ayuda. No tienes que hacerlo todo solo. Puedes pedir ayuda a tus guías, a tu alma superior, al Universo, a tu equipo celestial, como ella lo llama.

¿Y cómo se hace eso? Con imágenes, con claridad, con emoción, con confianza. Cuando estamos afirmando y reprogramando la mente, la emoción es el pegamento, afirma con alegría, con entusiasmo, llena de energía felicidad y convicción.

La visualización creativa no es solo para atraer dinero o amor (aunque claro que también funciona para eso). Es una herramienta de conexión espiritual. Visualizar a tu equipo celestial guiándote, apoyándote, mostrándote caminos, puede ser algo que te saque de la carretera de piedras, y te monte en la autopista, en la vía rápida.

¿Y si cada vez que te sintieras perdida, cerraras los ojos y visualizaras al cielo trabajando para ti?

44 contratos celestiales: lo que tu alma ya eligió vivir

Hace poco comencé a leer el libro “44 contratos celestiales”, durante un live que hice en mi cuenta de TikTok durante 21 días que finalizaron ayer 29 de Junio 2025, en donde la dinámica fue que yo leía el libro, y un grupo hermoso de personas que fue creciendo cada noche, tomaba notas de los contratos que resonaran con ellos. Y luego conversábamos al respecto.

Ruby, Wendy, José, Gabriela, Silvia Patricia, Tahiry, Rómulo, Ana, Rosa, Suhail, Carla, Roxy, Norys, Emilia, Sorelys, Narby, Andrés, Arelys, Eny, Yobana, Magaly, Yllen, Olivia, Claudia, Carmen, Marianella, Chiquinqirá, Nathalie, y muchos otros (me disculpan a quienes no nombro, pero tuve la bendición de que muchas personas se conectaran y no recuerdo el nombre de todos), todos vibramos al unísono, en la sintonía poderosa de manifestar nuestros sueños y deseos. Muchas veces el Live se movía, se “salía del tema” de acuerdo a las preguntas o comentarios, o las energías del momento.

Absolutamente todo fue de bendición, gozo, crecimiento y muchas risas, sí, risas, porque la risa es sanadora, y liberadora.

Dicen que nuestras almas eligieron venir a experimentar ciertas cosas, ciertos aprendizajes, ciertos vínculos. Y a veces, cuando visualizamos algo que deseamos con mucha fuerza, no es un capricho, es una memoria del alma que empieza a despertar.

Cuando visualizas una vida más plena, una sanación profunda, un amor consciente, quizás no estás inventando nada nuevo. Quizás estás recordando lo que ya pactaste antes de nacer.

Sé poco o nada de vidas pasadas (tengo esa tarea pendiente), pero sí sé lo que es sentir deseos profundos, o conexiones instantáneas que parecen venir de otras vidas.

La visualización creativa es también una forma de reconectar con ese mapa del alma, con tus contratos sagrados, con lo que decidiste experimentar en esta vida. Y eso le da un sentido mucho más profundo a esta práctica. Ya no visualizas desde la carencia, sino desde la certeza de que eso que deseas, ya te pertenece.

¿Cómo practicar la visualización creativa?

No hay una sola forma de hacer las cosas, pero a veces una guía, una orientación o inspiración son de gran ayuda, así que aquí la tienes:

1. Encuentra un lugar tranquilo. Apaga el teléfono, enciende una vela, pon música suave si lo deseas.
2. Cierra los ojos y conecta con tu respiración. Inhala lento, exhala más lento todavía. A mi me gusta inhalar y exhalar por la naríz.
3. Visualiza tu deseo cumplido. No lo imagines como algo del futuro. Vívelo como si ya estuviera ocurriendo. ¿Dónde estás? ¿Cómo se siente tu cuerpo? ¿Qué ves a tu alrededor?
4. Siente la gratitud ahora. No esperes a que llegue. Agradece como si ya lo tuvieras.
5. Confía. Suelta. Repite cada día. La consistencia es clave. La energía acumulada mueve montañas.
6. Recuerda que tuyo es el deseo, el “cómo y el cuándo” es de Dios

Y si alguna vez te cuesta, puedes complementar esta práctica con afirmaciones poderosas o técnicas de reprogramación mental como las que compartí en este artículo sobre manifestación consciente o en este otro sobre cómo reprogramar tu subconsciente.

Si quieres ayuda para reprogramar tu mente, aquí en mi página web tienes mi AudioCurso: Sanando Reprogramando Tu Mente. Para ingresar debes pedirme las claves de acceso, escríbeme al WhatsApp y lo coordinamos.

La ciencia también respalda lo invisible

Lo fascinante de todo esto, es que no se trata solo de espiritualidad. “La ciencia es el lenguaje contemporáneo de lo místico”, afirma Joe Dispenza. El misticismo ahora tiene fundamentos científicos irrefutables, así que crédulos e incrédulos pueden compartir ahora creencias, y tender un puente entre ciencia y espiritualidad.

La neurociencia hoy explica que cuando visualizas algo con intensidad y emoción, tu cerebro activa las mismas áreas que se activan al vivirlo en la realidad. Tu cuerpo y tu mente comienzan a actuar en consecuencia, generando hormonas, pensamientos y comportamientos alineados con ese nuevo estado.

Esto es neuroplasticidad en acción: puedes crear nuevos caminos neuronales que sustituyan el miedo, la duda o la enfermedad, por confianza, plenitud y sanación.

Visualizar, afirmar y orar: un camino para sanar

En mi proceso de sanación, afirmar y orar fue clave. Creerme sana, celebrar mi sanidad antes de que ocurriera, y orar cada noche con alegría y certeza, hizo toda la diferencia.

Ciertamente primeramente Dios y mi Fe robusta, pero como lo digo en mi blog en el artículo “Dios es lo primero pero no lo único”, que te invito a que lo leas, esa burbuja de sanación que construí hace ya 8 años, para la gloria de Dios, ¡funcionó!

La Fe y la certeza de que ya estaba sana, me mantuvo feliz y confiada en mi proceso de sanación. Y cuando vives con esa certeza, la vida responde a tu favor.

Cierra los ojos y empieza a crear

Antes de cerrar los ojos para empezar a crear, recuerda que debes creer. Todos tenemos 5 minutos al día, hasta el presidente de Estados Unidos, o Elon Musk, así que date ese regalo de 5 minutos al día para visualizar la vida de tus sueños, tu sanación plena, tu vida plena.

Hazlo en un momento propicio para que estés relajado y tranquilo, esboza una sonrisa, como quien está seguro de que todos esos milagros de salud, amorosos, financieros, laborales y relacionales ya están hechos para ti.

Recuerda “quien no cree en milagros, no es realista”.

Con amor,
Thamara