Detox relacional para sanar
Cuando hablo de mi proceso de sanación milagrosa de un cáncer que tuve hace 8 años, siempre me preguntan ¿por donde comienzo?, ¿qué hiciste para sanar? Y una de las primeras cosas que digo, y que de hecho hice para auto sanarme fue: un detox relacional para sanar.
En mi artículo Dios es lo primero pero no lo único que está en este mismo blog, hablo de que mi Fe fue lo primero, pero también hice otras cosas muy importantes para sanar. Soy bastante radical cuando alguna decisión afecta directamente mi salud, mi bienestar, o el bienestar de las personas que amo.
A mi mente viene la frase “lo haré caiga quien caiga”, como un mantra que me empuja a hacer cosas incómodas, a tomar decisiones complejas.
Con “caiga quien caiga” no quiero referirme a rudeza, a ser groseros, o a actuar de manera agresiva, simplemente a ser muy firme con los límites que quiero y necesito poner con algunas personas.
Soy Coach de sanación y en una ocasión durante una sesión, una persona muy especial a quien llamaremos Amor me dijo que su familia era muy negativa, que desde que se levantaban se quejaban y solo hablaban de cosas malas, y vaticinaban desgracias todo el tiempo.
Amor padecía un cancer de mama, y le dije en las sesiones de coaching que tuvimos, que era una necesidad, no una pequeña cosa, que ella hiciera una limpieza de su entorno, que su proceso de sanación estaba en riesgo con ese entorno tan negativo.
Amor me dijo entre muchas otras excusas “es que mi abuela está muy mayor”, y yo le insistí en que debía mudarse a su casa, ella tenía su casa propia, jamás entendí por qué se quedaba viviendo con una familia que le intoxicaba su día a día con tantas quejas. Ella eligió no incomodar a su familia por encima de su propia sanación.
Las conversaciones difíciles nos regalan una vida más fácil, así que posponer una conversación incómoda no te va a ayudar a sanar. Al contrario, pospondrá tu paz y tu salud.
Beneficios de un detox relacional para sanar
Un detox relacional es el proceso de desintoxicación de personas y situaciones que nos perjudican. Si bien puede sonar duro, este tipo de «limpieza» puede traer muchos beneficios:
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Paz mental: Alejarse de personas que constantemente nos causan estrés o nos hacen sentir mal nos permite experimentar una tranquilidad mental que es difícil de conseguir mientras permanecemos en ese ambiente.
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Fortalecimiento emocional: Al poner límites claros, nos empoderamos. Tomamos el control de nuestras relaciones y, por ende, de nuestra vida emocional.
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Salud espiritual: Un entorno lleno de negatividad puede desestabilizar nuestra conexión espiritual. Al alejarnos de estos elementos tóxicos, podemos recuperar nuestra energía y vitalidad.
Este detox no tiene que ser drástico ni abrupto. Como muchas veces sucede, el miedo al cambio o a lastimar a otros nos impide tomar acción. Sin embargo, distanciarnos poco a poco, disminuyendo el tiempo que dedicamos a esas personas, puede ser un primer paso hacia la liberación emocional.
Cómo saber cuándo es necesario mandar todo al carajo
Existen señales claras que indican cuándo es necesario mandar todo al carajo y realizar un detox relacional. Algunas de ellas incluyen:
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Sentirse drenado después de interactuar con ciertas personas.
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Experimentar ansiedad o estrés cada vez que se enfrentan a una situación particular.
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Tener conflictos constantes con alguien o sentir que esa relación está más basada en obligaciones que en el afecto o apoyo mutuo.
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Perder la motivación o el interés por las cosas que solían generar alegría debido a influencias externas negativas.
Mario Alonso Puig, reconocido médico, escritor y conferencista, tiene una frase que resume muy bien este proceso: «El ser humano cambia cuando está harto de estar harto«. Este punto de inflexión suele ser el momento en que decidimos que ya no podemos seguir tolerando lo que nos afecta negativamente, y es cuando finalmente tomamos acción para alejarnos de lo que nos está haciendo daño.
No es necesario esperar estar harto de estar harto, basta con escuchar nuestro cuerpo, prestarle atención a como nos sentimos con determinadas personas y ante determinadas situaciones. El cuerpo puede entender, resolver y captar cosas que la mente aún no está en capacidad de entender o percibir, escucha a tu cuerpo, tiene mucho que decirte.
¿Es egoísta mandar todo al carajo para sanar?
Una de las barreras más grandes que enfrentamos cuando decidimos alejarnos de personas o situaciones tóxicas y hacer un detox relacional para sanar es el miedo a parecer egoístas. Nos preocupa lo que los demás puedan pensar de nosotros, o nos sentimos culpables por no cumplir con ciertas expectativas.
Sin embargo, cuidar de nuestra salud mental y emocional no es un acto egoísta, sino uno de amor propio. Una limpieza de tus relaciones podría ser todo lo que necesitas para poder sanar.
Mark Manson sostiene que una vida plena no implica evitar problemas, sino elegir los problemas que realmente valen la pena. Esto significa que debemos ser selectivos con las batallas que enfrentamos.
No podemos preocuparnos por todo ni por todos. Debemos priorizar aquellas cosas que son importantes para nosotros y que nos traen alegría, crecimiento y bienestar. Y especialmente reconocer aquellas personas o situaciones que no nos permiten sanar.
No hablo desde la comodidad de no saber qué se siente al cortar relaciones con tu familia, lo hice para poder sanar, y en mi artículo un milagro en 90 días lo puedes leer.
Leo mucho, pero la inmensa mayoría sobre las cosas que escribo, hablo y sugiero, tanto en mis redes, como en mi libro, en mi blog o en mis sesiones de coaching, lo comparto no desde el conocimiento, sino desde la experiencia, por tanto te estoy hablando con la propiedad de haber pasado por lo mismo.
Nunca recomendaría hacer algo que yo no haya intentado primero, además de cómodo, me parece irresponsable.
Recuerda siempre: elige tus batallas. Las únicas personas que se van a molestar contigo cuando pongas límites, son aquellas que se benefician de esa ausencia de límites.
El amor propio debe ser el primer amor de nuestras vidas, ponernos a nosotros primero es mero sentido común. Toma acción y rápido, porque tu salud, tu paz, tu tranquilidad y tu sanación plena lo merecen.