Thamara López | Escritora

La vida pensada

Una cosa es la vida pensada y otra cosa es la vida vivida, el mundo real es infinitamente más benevolente que el mundo mental, por tanto debería ser un mandato cuidar celosamente nuestros diálogos internos y nuestros pensamientos dominantes. 

Einstein decía “ningún problema puede ser resuelto en el mismo nivel de conciencia en donde se creó”, eso significa que ningún problema se resuelve pensando en él, porque es precisamente en la  mente donde le damos vida a todos los problemas, y en la inmensa mayoría de los casos, esos problemas jamás llegan a materializarse. 

Nuestros temores nacen en nuestra mente, se alimentan de nuestras creencias limitantes, pero se desvanecen con nuestra fe y nuestra actitud positiva ante la vida. 

La actriz Audrey Hepburn decía “Quien no cree en milagros no es realista”, y Albert Einstein nos regaló la frase “Hay dos maneras de vivir la vida, una como si nada es un milagro, la otra es como si todo es un milagro”.

Al final se trata de decisiones, elecciones, enfoque y atención, si tú estás en una situación tienes dos caminos, esperar lo mejor o esperar lo peor, sentir felicidad por lo bueno que esto te traerá, o sentir un pesar anticipado y un temor por esperar lo peor.

Es la misma energía, el mismo tiempo y pensamiento, solo que uno te acerca a lo que quieres, y el otro te aleja y te hace infeliz.

La más poderosa fuerza de atracción es la expectativa, y esa expectativa puede ser negativa o positiva, el Universo no entiende el “no”, si yo le digo “Yo no quiero estar gorda”, el solo capta “Yo quiero estar gorda”, tampoco entiende de sarcasmos o humor, así que no bromees con lo que no quieres, por ejemplo “es que mi hijo no sirve para nada”, así lo digas riendo, tu hijo y la vida no lo reciben así.

Reprogramar nuestra mente, cortar con nuestras creencias limitantes, hablarnos amorosamente cada día, son cosas que toman tiempo e intencionalidad, pero es un trabajo que bien vale el esfuerzo, y un proceso que todos deberíamos iniciar lo antes posible.

Cortar con lastres de familia es una responsabilidad que deberíamos asumir desde el amor más profundo por nuestros hijos y toda nuestra descendencia, cambiar nuestros hábitos y costumbres modifican nuestra genética, la epigenética vino a darnos esperanzas a todos, adiós con frases como “toda mi familia es diabética”, o “todos en mi familia mueren de infarto”, todos estos patrones se pueden reprogramar, la historia presente y futura puede ser muy distinta. 

Es un milagro saber que el cerebro es como un músculo que podemos entrenar, saber que cambiar mis hábitos no solo cambiará mi vida, sino la de mis hijos y la de los hijos de mis hijos es un motor muy poderoso. Todo parte del amor hacia nosotros mismos y de una responsabilidad que empodera. Y es que cuando vivimos como responsables y no como culpables, todo cambia a nuestro favor.

Escuché a alguien decir “yo cambié la disciplina por la autoestima”, y a mi que el tema de la disciplina me cuesta bastante, ese inicio me atrapó y lo seguí escuchando, y él dijo “Yo no tengo disciplina, yo tengo autoestima, yo hago ejercicios porque me amo, porque me lo merezco, entonces ya no necesito la disciplina, solo necesito amor propio”.

Todo muro puede ser derribado con un trabajo intencional y consciente, si tú eres como yo que la disciplina te cuesta, qué tal si tomamos cualquier acción que sabemos debemos hacer como un “me amo, y me lo merezco”, listo, no es más que eso. Yo amo a Thamara, seré abuela en pocos meses y yo merezco estar sana, mi nieta merece una abuela sana, así que adiós a los dulces y hola al gimnasio, ¿qué mejor motivación podría tener?. Nadie había podido quitarme las ganas de comer arequipe, pero saber a mi hija embarazada es el mayor milagro de mi vida, luego de ser mamá.

Quédate con la vida vivida, ponle pausa a la mente, ámate, háblate bonito, perfúmate para dormir así duermas solo o sola, mírate al espejo y dile a ese reflejo todas las cosas buenas que deseas y mereces, si tú supieras todas las cosas mágicas que me digo yo cada día, y cuántas de esas cosas se han cumplido y se siguen cumpliendo. Me sané de un cáncer hace 5 años solamente orando y diciéndome al espejo que soy una mujer plenamente sana, imagina tú el poder que todos tenemos de cambiar nuestras vidas. Llena tu casa de papeles amorosos por todos lados, disfruta tu vida vivida, y haz de tu vida pensada una herramienta poderosa, una aliada para que tu vida vivida, sea tu sueño hecho realidad y una interminable sucesión de milagros. 

3 comentarios

  1. Excelente articulo Thamara, sabes que yo tambien pienso asi. Es muy importante ser posiva, tener una alta autoestima y quererse mucho porque nadie te quiere mas que uno mismo. Sigue escribiendo. Felicitaciones

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

¡Hola! ¿En qué puedo ayudarte?